
La preocupación, es una respuesta que se considera normal, natural ante situaciones que perturban nuestra existencia cotidiana. Todos los seres nos preocupamos de vez en cuando, por temas del trabajo, el hogar, aspectos de nuestra personalidad, etc. Motivos para preocuparnos, existen miles y estrategias de afrontamiento para hacer frente a la preocupación, también, existen varios.
¿Existen preocupaciones útiles y preocupaciones inútiles?
Así es. Y podemos diferenciarlas de la siguiente manera …
Preocupaciones «útiles» : aquellas que nos permiten dar un paso hacia el bienestar, nos movilizan a tomar decisiones y emprender acciones válidas.
Preocupaciones «inútiles» : cuando pensar sobre ello nos genera «quietud» «angustia» y parálisis ; no nos permite actuar ni tomar decisiones.
¿Qué podemos preguntarnos para reconocer si una preocupación es útil o no?
3 preguntas que nos podrían ayudar
1. ¿Esta preocupación me ayuda a prestar atención sobre algo que podría hacerme daño o generarme malestar? : La preocupación nos permite validar alternativas justo a tiempo, ayuda a mitigar el impacto de algo que podría suceder si no estoy atento(a) .
2. ¿Esta cadena de pensamientos me llevan a pensar en un plan de acción?: Moviliza una acción para sentir bienestar, si tengo una reunión importante me preparo para ella, practico mi discurso , nos sentimos con mayor confianza y generamos un plan
3. ¿Me permite sentirme más tranquilo después de emprender una acción?: Ejemplo «Me doy cuenta que el lugar donde vivo es inseguro, tomar medidas de seguridad, alarmas, me permitirá sentirme más seguro(a)»
Ahora, 3 ejemplos de «cosas» por las cuales no vale la pena preocuparnos
– Lo improbable
– Lo incontrolable
– Lo incierto
¿Te interesaría profundizar en este tema ? No te pierdas el siguiente TEDx Talks